Hace unos días, hablando con H. sobre el examen de Filosofía Política, me preguntó por un hilo conductor del manual, alguna clave que se pueda entrever a lo largo del libro y que recorra todos los autores. Sin duda, le contesté que el problema teológico-político. El primero que lo plantea como cuestión a resolver es San Agustín y, después de él, se ven diferentes posibles respuestas y reflexiones al mismo.
Vivimos en una teocracia con un nuevo dios…